miércoles, mayo 31, 2006

ESCRIBE ALGO

He sido siempre fiel a mi misma, sin concesiones ni planteamientos que pudieran distorsionar su buscado equilibrio entre la forma artística y su contenido.
"¿Qué es un cuadro?. Algo así como una gota de mercurio, un sueño, un garabato que será descifrado no se sabe cuando. Dentro de mucho tiempo. Una soledad que busca compañía".
Maria Manuela Pozo (+ Mayo 2006)
Tus antiguos alunnos no te olvidan
ESCRIBE ALGO

lunes, mayo 29, 2006

La posada

Pues bien, como a muchos de vosotr@s os habéis quedado con la curiosidad debido a aquel e mail de “alerta, Cris incomunicada” os aviso que fue toda una anécdota. Andrés, no te preocupes si te dije que no debiste hacerlo, no me molestó, pero sigo creyendo que fue demasiado escribir e mails a todos mis contactos de Internet, sobre todo a mis colegas del otro lado del charco…
Todo esto empezó una semana antes de marcharme. Por Internet había tropezado con algunos alojamientos que no estaban muy lejos de la Alhambra, porque fue en el Palacio de Carlos V dónde se desarrolló el itinerario del curso.
Posada doña Lupe. Pintaba muy bien y lo veía bien situado, pero a veces hay que leer y preguntar bien lo que hay o no hay o puede haber, más las sorpresas por encontrar. Hice la reserva sin ningún problema, había habitación para mí, individual y con baño.
Pero lo que no me podía figurar era que me encontrara con esto.


Empecemos por el vestíbulo, zona revisada por mis tres acompañantes.

El vestíbulo no difiere mucho de la foto de la Web de la posada, salvo que…
Bueno, no tengo nada en contra de la tercera edad ni mucho menos, pero hay veces que cuando una persona no puede hacerse cargo de algo se debe recurrir a otra que esté mejor preparada. A aquel señor ni siquiera se le entendía al hablar, nos hizo esperar bastante tiempo a que llegara una chica para que me diera la llave de la habitación. No paraba de repetir, de mal humor, que él no sabía nada, que no debería dejarle ahí solo sin saber nada.
Durante la espera me dio tiempo a echar un vistacillo, veía que coincidía con la imagen vista desde Internet, pero algo más desangelado. Es cierto, disponía de Internet gratis, aunque no era el concepto que tenía de Internet gratis. (Menos mal que no me llevé el portátil porque no lo habría usado para nada).
Meterse en la red era acudir a una maquinita, situada justo a la entrada de la puerta, provista de un candado y un cartón sobre el cual reposaba un ratón. Lo bueno de esa maquinita era que, pese a que lo indicaba, no había que introducir moneda para iniciar una sesión. Podía usarse deliberadamente. Eso era lo único bueno, porque lo demás…
((La Mari y la Friky lo sabían… y no me avisaron… mamonas…))
Al rato, tras indagar un poco y profundizar sobre la situación exacta del hotel América con el abuelote, llegó la chica a la que estaba esperando.
Habitación 122, llavero de plástico amarillo con el número escrito dentro. Jose me acompañó con la maleta, mientras la Friky y la Mari se fumaban el cigarrito afuera.
- ¿Cual es tu plan durante estos días?- me preguntó la chavala
- Pues desde las 8,30 en el palacio- le contesté
- Mejor, la cosa está muy ruidosa con esto de las obras
¿¿Obras?? Nadie me dijo nada, Jose y yo nos miramos en el ascensor un tanto pasmados, sobre todo cuando no dijo que estaría en la misma planta de aquel inmundano ruido. Mejor así, de todas formas intentaré pasarte a la tercera planta mañana por la mañana.
Caminamos por el polvoriento pasillo hasta la puerta 122, picaporte de los normales. La puerta estaba abierta, entramos. Tras luchar un poco con el pestillo logramos cerrar la habitación desde el interior.
Juzguen por ustedes mismos, aparentemente muy bien, para pasar una noche de polvo loco con un amante de carretera. Pero no para tirarte cuatro noches.
Reducidas dimensiones en las que entraban una cama, lo único de lo que no me quejo, porque era bastante cómoda; un fantástico armario, un banquito con una silla y una mesita muy mona. Todo muy recogidito.


El WC de pinypon, con una bañerita y un lavabo de lo más… más.
No me quejo, peores lugares he visitado antes, sólo me consolaba pensar en el piso de mi primer año de carrera para que se me quitara este mal estar propiamente dicho.
Soltamos los bártulos y nos fuimos. No quise estar más ahí.
De vuelta, y con la penita de que se fueran éstos tras haber pasado una tarde tan divertida, empecé a investigar en condiciones. Para qué leches tendré que ser tan observadora.
Corro, (no lo toméis literalmente, no hay metros para correr) hacia la ventana. La abro y me encuentro con un patio interior donde se disponen más habitaciones. Por lo menos hay luz cenital. Pero no persiana. Sólo una cortina.
Primera noche, larga larguísima, me sentía una presa, un Cervantes escribiendo en la celda. Porque por ausencia de cacharro tonto, qué menos que ponerse a escribir, aunque fueran tonterías que luego irían a la basura.
Primer día de curso, tras una larga mañana, totalmente reventada y con un sueño impresionante, me dispongo a llegar con ánimos de descansar un poco al hogar de mis sueños.

Ya desde lejos se avistaba la cuba de las obras y la entrada totalmente apuntalada para su reparación. – Esto se cae a pedazos- me repetía constantemente mientras me dirigía hacia el sitio en cuestión. – Menos mal que por lo menos puedo comunicarme con el resto del mundo- Insistí en el paso para llegar cuanto antes a la habitación, con el fin de cargar el móvil. Se había quedado tieso de batería y la cosa no daba para mucho. Entré directamente con el móvil en una mano y el cargador en la otra para enchufarlo. Pero, ¿cuál es mi sorpresa? Indiferentemente a que en ese sitio no hay servicio de limpieza, y que la ventana estaba invadida por un par de colchones que se apoyaban sobre ella desde el exterior; en ese cuchitril no funcionaba el único enchufe que había, así que comí rápido y bajé a recepción para que me hicieran el favor de enchufarlo allí.
El abuelote no estaba, ni la chavala tampoco. Eso estaba lleno de albañiles que no paraban de rajar entre ellos, quejándose cada uno de lo mal que trabaja el otro.
Después de un rato buscando, una chica que se encargaba de la limpieza del “supuesto restaurante” (eso parecía una especie de hotel de “El resplandor” pero a lo cutre) me preguntó si necesitaba algo. Así que aproveché para pedirle que me enchufara el chisme por algún rinconcito que no estuviese muy a la vista de manos mangantes. – No se preocupe, luego lo recoges.
Aún era temprano para volver al palacio, así que aproveché para navegar un rato por Internet. Uff, más lento que el caballo del malo y encima muchas de las teclas borradas y casi sin funcionar.
No pude ni abrir el correo, no me hacía caso el “mardito” aparato ese.
Me fui para las clases antes de tiempo, aun arriesgando la vida de mi preciado móvil en ese lugar hostil…
A partir de entonces le cogí manía al sitio y… no mucho más, salvo que las broncas entre albañiles se acrecentaban cada día más.
Menos mal que el jueves llegó y tras unos días de curso muy intensivos e interesantes, la Cris se volvió a los jereles.

La próxima vez hago como otros...

Y... colorín colorado….
Se acabó que se hace largo.
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viernes, mayo 26, 2006

El ataque de la gitana paya




Tras el mal de ojo chino adoptó un extraño comportamiento.

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Lunes 22



Lo que quedaba de Cristina a las 21,00h

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sábado, mayo 20, 2006

Rojita y Ágata (1ªparte)

Érase una vez una mariquita muy coqueta que le gustaba flirtear con todos los animalitos del parque, sí, animalitos, aunque parezca mentira los insectos son también animalitos. Nuestra amiga mariquita respondía al nombre de Marylena, también conocida coloquialmente bajo el pseudónimo de Rojita.
Rojita era una mariquita de las más perezosas de la zona, bueno, después de Ágata, una libélula muy dormilona que pasaba las horas muertas junto al lago, echada sobre las hojas secas que envolvían parte de la orilla durante los meses de verano.
Y como el dicho dice “dios los crían y ellos se juntan” Rojita se hizo íntima de Ágata. En realidad eran como hermanas, nacieron y se malcriaron juntas.
El episodio de ambos nacimientos fue un hecho bastante interesante que merece la pena relatar.
Todo pasó en el mes de Mayo, estrenada ya la primavera, todos los insectos del bosque decidieron por unanimidad airear los huevos para que el solecito de la mañana iluminara a los fetos con el propósito de que éstos nacieran con luces. Sólo Lucy, la luciérnaga más orgullosa de la zona, dejó dentro sus huevos, ya que decía que una luciérnaga no necesitaba sol porque ya estaban dotadas de luz propia. Cosa que le enorgullecía. Lo que no sabía era que sus hijos saldrían góticos y sin luces ninguna.
Las respectivas madres de Lucy y Rojita colocaron sus huevos muy cera unos de otros, entre sol y sombra, para que el sol del medio día no acabara con la vida que en su interior se desarrollaba. En lo que no se percataron era en que el viento soplaba fuerte por allá y pasó lo que pasó. Una ventolera de esas molestas cargadas de granos de arena sacudió el entorno en el que se hallaban y como no, para seguir con la historia, dos de los huevos fueron sacudidos y transportados en manos de Eolo hasta la otra punta del parque. Allí, solos, a la sombra de un narciso triste y apagado, los huevos terminaron de desarrollarse y las criaturas comenzaron a salir.
La primera en aparecer fue Rojita, de cría era muy peligrosa, ya que nada más salir intentó devorar el huevo en el que se encontraba su compañera de vida. Rojita de larva era muy poco agraciada, tan fea la pobre que hasta el narciso que presenciaba el evento de su nacimiento sufrió una luxación en el tallo a cuenta de haberse tronchado de la risa. Ella no se daba cuenta, pues como todos sabréis las crías de mariquita nacen ciegas (pero no tontas). El hecho de no comerse a Ágata fue todo un milagro, quizás nuestra amiguita tenía buena intuición, o quizás fuese un poco despistada…
Ninguna de las dos cosas, Rojita era vegetariana de nacimiento y, a diferencia de sus hermanos, por instinto nació con ganas de comerse a Narciso.
Poco después salió Ágata, tímida larvilla que poco a poco se fue haciendo con el entorno zambulléndose en la charca a pegarse un festín de seres minúsculos. Eso sí que fue nacer con hambre.
Rojita y Ágata crecieron juntas, aunque sin hablarse, sólo competían por llegar al cenit de su madurez lo más rápido posible y siendo las más bellas. Pero tantos retos les aturdían de tal modo que decidieron unirse y conseguir juntas lo que se habían propuesto desde que se vieron por primera vez.
Para ello recurrieron a las babillas expertas de un buen especialista, Bartolo el gusano de seda. Bartolo era un gusano sabio, ejercía de psicólogo, enfermero, cirujano,…, en resumidas cuentas, era la alegoría de la ciencia encarnado en un bichito blanco, alargado y blandito de unas cuantas patas. Aunque también era asesor de imagen y manager. Y es que claro, no abundaban muchos animalillos al otro lado del charco, sino al contrario, solían pasar nómadas o algún que otro perdido buscando el rumbo.
Bartolo acabó convirtiéndose en asistente de Ágata y Rojita cuando al fin mutaron.Y trabajito les costó. Largas sesiones de encapullamiento intermitentes lograron finalizar una metamorfosis perfecta, dejando a Rojita totalmente mariquita, rojita rojita y con tres lunares negros que causaban sensación dentro de su especie. Y a Ágata linda, estilizada y ligera, tan frágil que hasta Narciso temía ser movido por el aire para no azotarla con sus tristes pétalos.
En total fueron treinta sesiones, algunas de ellas agradables y otras menos aunque el fin justificaba los medios y viceversa.
Ambas criaturas le estuvieron tan agradecidas a Bartolo que decidieron tenerle como representante- asesor de imagen. Ganaban muchos premios y se hicieron famosas en la zona, con multitud de admiradores y amores secretos.
Pese a aquello nunca se separaron de Narciso, fijaron allí su lugar de residencia, ya que era un sitio envidiable con buena vegetación, agua y multitud de visitantes curiosos. No necesitaban nada…
Continuará...
(Hasta dentro de una semana, me marcho pa Graná por motivos profesionales, hasta entonces que pasen una buena semana)
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jueves, mayo 18, 2006

Navegando por la red

Esta mañana ha sido bastante tranquila y relajada, y es por eso por lo que he empleado tiempo para indagar por la red. Esta vez he insistido en la búsqueda de tests de personalidad y cosas parecidas en las que te partes de risa una vez conocidos los resultados.
He entrado en una y quisiera compartirla con vosotros. Espero que paséis un momento divertido. Sólo tenéis que pinchar aquí
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miércoles, mayo 17, 2006

Oda a la Ele

Un espléndido día de sofocante estío
Nuestra linda criatura al mundo salía
Tan formal y remirada fue su llegada…
Que le daba apuro llorar, para a su madre no molestar

Y ya de pequeña en el colegio
Con sus pequeños deberes insistía
Nuestra aplicada estudiante se ilusionaba…
Pudiendo renunciar a jugar, y ya no por su vestido manchar

Y la niña se hizo dama
Y la dama se hizo moza
Una moza tan hermoza
Que un buen novio se echó

Un inglés muy diplomático
Guirizano por antonomasia
Cargado de simpatía y cariño que le supo entregar
Hasta el punto de no poder echarse atrás…, y con la nena tener que apechugar

Una vez casi insertada como adulta en la sociedad
Empezaba a preocuparse por su situación laboral
Dando vueltas y más vueltas, sin parar de visitar
Una tras otra… y mil empresas de trabajo temporal

Ni en serjil supieron sus ansias satisfacer
Ni muchísimo menos un trabajo ofrecer
Aunque sí mirar por Internet, cuanto curro quisiera ver
Para al final decantarse por opositar, e incluso una beca solicitar

Y así fue probando suerte, del BOJA al BOE y del BOE al BOJA
¿Quién dijo que la niña fuera floja?
Mucha fuerza de voluntad y mucho afán por encontrar
Hasta que una beca consiguió, y a Bruselas se largó…


SE TE ECHA DE MENOS



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jueves, mayo 11, 2006

Tarde calurosa. Al entrar al trabajo, tras subir la pesada reja, me encuentro con dos enormes cajas alargadas y espaciosas, aptas para contener incluso un cadáver. En la parte superior de una de ellas había una nota que decía- “frágil”-
Siguiendo el rito de airear el espacio para dejar paso a los posibles clientes, me dispongo a transportarlas a otro lugar menos visible. No obstante, al inclinar la primera de las cajas otra nota cae al suelo. “Maniquíes por montar”.
Entonces una extraña sonrisa me ilumina el rostro- ¡Compañía!- si los montaba lo antes posible antes disfrutaría de una tarde de cháchara con los dos nuevos inquilinos. Así me dispongo.
Abro primero una caja, en ella descubro distintas piezas, cada una envuelta en aislante de burbujas. Las deslió con sumo cuidado, pues aún no sé de qué material están formados y temo que se deterioren con algún descuido. La primera pieza que deslío son unas piernas, sin lugar a dudas se trata de una chica. Piernas largas y finas de poliéster unidas a la cadera. Con cuidado apoyo esa pieza sobre la vitrina y vuelvo a la caja a por otra parte, esta vez le toca al torso el cual va unido a la cabeza. Por último los brazos y las manos. Una vez desliadas y limpiadas cada parte empiezo a unir las piezas.
Ya tengo al primero de mis inquilinos, una mujer de poliéster muy alta y estilizada ataviada con un tanga dorado y una peluca negra con rizos a lo afro.
Inmediatamente me decido a abrir la segunda caja, como en la anterior, el modus operandi es el mismo. Pero esta vez se trata de un cuerpo masculino, el cual totalmente formado representaba con su aspecto la idealización del hombre perfecto, aunque nada que ver con el David de Miguel Ángel, al Apoxiomenos de Lisipo o al impresionante David de Bernini.
Increíblemente alto, bien formado y con una peluca similar a la de su compañera cubriendo su cabeza.
Ambos soportados mediante una basa metálica, fríos, hieráticos, carentes de pupilas… Mejor será que los vista. Ahora sí parecen maniquíes.

… Recuerdo de niña haber visto una película en la que sus protagonistas eran unos maniquíes dotados de vida propia durante determinadas horas de la noche. No logro acordarme del título, pero si alguna de las personas que hayan pasado por aquí lo recuerda, en el caso de que la haya visto, puede dejarlo como comentario. Le estaría muy agradecida.
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viernes, mayo 05, 2006

Harvar

Hace pocos días La Friky escribió algo sobre sus vivencias escolares de época adolescente en el I.B Álvar Núñez (El Harvar). ¿Y quién no ha estado allí? bueno, mucha gente, pero la mayoría de los que nos conocemos hemos pasado por él.
El Harvar es un instituto muy peculiar, sobre todo como era hace unos años, cuando aún estaba en vigor la antigua ley, cuando éramos de primero, de segundo, de tercero y de Cou. Vamos, lo que debería ser aún (no me quiero entretener con eso).
El caso es que entrábamos pipiolines por completo y salíamos hechos unos macarras. Y eso que el profesorado era de miedo, eso sí, siempre entre ellos alguien cuerdo había, si no ahí tenemos a la Cañete, buena gente pa reventar, o María Manuela, la de dibujo, que pinta unos mantones preciosos...
Al entrar, recien salida de un cole de monjas con una disciplina muy diferente a la que se da en los colegios "libres", pues una lo hace desconcertada. Primero porque hay chicos en clase, y no es tan malo como allí de donde venía creían. Muchas de mis excompañeras hacían en el cole el bachillerato por miedo a los cambios posibles, sobre todo por los chicos. Si, queridos lectores, a estas alturas de la vida, así se piensa. Pero no me voy a detener en estas patrañas, que no está el horno para bollos. No quiero pasar a la grosería.

Primero de Bup, profesores destacados:

La Tere: Música. Mandaba a comprarnos el manual que ella misma había escrito con mucho mimo. Fácil de encontrar, sobre todo a tamaño muy reducido.
Con ella flipaban a la hora de gastar bromas, llegaba el momento en el que me daba pena porque eso no se le hace a una señora, no señor. No puedes dejarla que aparque su cochecito en un lado del parking del insti para confundirla cuando saliera cambiándole el coche de sitio. En clase solía imponer respeto echando a unos cuantos a la calle:
-Tú, tú, tú y tú a la calle
- ¿Y por qué si no he hecho nada?
- Porque sí, lo digo yo y s'acabó
Se daba la vuelta para pintar los pentagramas y empezaban los silvidos y los trucos de la mesa. Sí, la mesa, alguien antes de dar la clase se dedicaba a atar un hilo a la pata de la mesa y cuando se sentaba tiraba de él y se llevaba la pobre los tres cuartos de hora que duraba la clase arrimándose. Pobrecilla, ahora que lo pienso, qué bárbaros eran estos chiquillos... y qué crueles nosotros al reirnos de tales barbaridades. Luego se portaba bien y todo, bueno, sólo con los que se apuntaban al coro, y la verdad es que muchos no dejaban el recreo por el canto.
Recuerdo una vez que se puso histérica, fue un lunes, ese lunes un compañero, el más loco de la clase, pero literalmente loco, con tics nervioso y todo, decidió vestirse de chica. Apareció con un top verde botella, unos vaqueritos y una cinta en el pelo. Y... por supuesto, maquillado. Al pasar lista le llegó el turno, y al decirle Daniel, le dijo descaradamente: - ¿Daniel? , se equivoca, soy Daniela. Porfiaron acerca de la sexualidad del susodicho hasta que lo largó a la calle faltándole el respeto. Le dijo mariquita y eso le cabreó tanto que se le escuchaba por detrás de la puerta lanzando maldiciones y amenazándola con traer a su amigo pa hacerle un arreglito. Se pasó un poco, casi se lleva la puerta. Pues parece que no entendió muy bien eso de "coge la puerta y vete".
Los exámenes con La Tere eran de alto riesgo, en el aula triple convocaba a casi la totalidad del profesorado para cuidar de los copieteos y chuletones. Aún así se lograba dar el cambiazo o sacar las minicopias que íbamos pasando de una mesa a otra para hacer un examen perfect. Al final siempre ponía la nota que le daba la gana.
El Mondelo: Gimnasia. De él no hay mucho que decir, tan sólo que se le iban los ojos detrás de las que tenían atributos redundantes mientras corríamos el test de Cooper. ¡¡Qué horror!! todos queríamos llegar a Cou tan sólo para quitarnos de encima la puñetera Gimnasia. Sobre todo el primer y tercer trimestre, cuando debíamos dar las vueltas al patio, correr los 1000 metros y hacer el ya citado test de Cooper. El segundo era más relajado, para descansar un poco de tanto estrés.
La Porro: Ciencias. Creo que con el comentario de que la Friky hizo de ella es suficiente. Aún tengo cuadernos antiguos con ADN de la mencionada.
El Peter: Inglés. Hace poco me lo encontré. Ya ni el yoga le pudo tranquilizar, dejó el instituto y se prejubiló. Según palabras textuales "por no pegarle un guantazo a algún niñato".
Alba: Matemáticas. Sabe muchísimo de la materia, pero se hace un verdadero lío a la hora de explicarla. Al final terminaba repartiendo pastillas juanola a toda la clase y corriendose una juerga flamenca en plena clase con nosotros. Hubo una vez en que nos llamaron la atención. Se puso un poco colorada.
(Debo aclarar que el primer año me duró dos, por motivos que ahora no vienen a cuento mencionar, así que si repito materia es porque fueron distintos los profesores)
Linda Smith: Inglés. Natural de Manhatan, se vino a España muy cría donde estudió en el colegio de las Carmelitas respondiendo al nombre de Mari Fe. (Fuentes directas así lo atestiguan). Destacaba sobre todo los perdigonazos, pero a diferencia de la Porro, éstos eran incoloros.
Segundo de Bup. Profesores destacados
Aquí sobre todo destaca uno en especial.
El Zarza: Literatura. Perdió los papeles por una alumna a la que llamaba Ofelia en sus poemas. Un romántico donde ya no los hay, pero muy propio el hombre. Recuerdo una vez, en medio de una explicación se le escapó un estornudo y al sacar el pañuelo del bolsillo cayó algo al suelo, SUS CALZONCILLOS. Se puso como un tomate, su excusa fue que no le había dado tiempo a vestirse del todo. Las excursiones con él eran muy divertidas, según el grupito, a esos aprobaba.
Rosa: Gimnasia. No hay mucho que decir de ella tras el comentario de la Friki. Dura rival del Mondelo, con unos peinados increibles y un chandal rosa supermegafashion. Sin olvidar esas gafas de sol para ocultar los ojos desde cualquier ángulo. Habrá qué pensar a dónde se le irían para no quitárselas nunca.
La Chelo: Hogar. Sí, es cierto, sus fajas causaban sensación, pero ninguno queríamos que llegase la primavera y se las quitara. Siempre calificaba según sus gustos. Por supuesto si te haces una falda un tanto extraña, la puntuación baja. Sólo recuerdo sus chillidos a Borga (Borja para el resto de la clase).
La Hitler: Inglés. Coincido con Carmen, una maravillosa persona, estricta pero excelente profesora. Me apenó muchísimo su pérdida.
Tercero de Bup. Profesores destacados. (No pasé mucho tiempo en clase, era el año del campeonato de brisca)
Ufff, aquí se amontonaron algunos prendas buenos. ¿Por cuál empezar? Pués como no, con El Silva: Inglés. Se preocupaba mucho por sus alumnas, sobre todo para que no se resfriaran. Es cierto Carmen, mi mesa parecía su reposahuevos particular. Qué asco de hombre. Una visita a su despacho era una odisea, pero seleccioné a mis propios guardaespaldas. (Gracias chicos, estéis donde estéis).
La Peste (pestolín, Ana Martini...) Filosofía.Muy desagradable, daba miedo dudar con ella, todo para que no se te acercara. Entre los compañeros nos hacíamos putadas levantando las manos pa que se tirara en la mesa y hacer pasar al de al lado un mal rato. De ésta profesora existen varias anécdotas. Pero me quedo con la del examen. Una mañana de exámen, tras haber dado con las preguntas y elaborado los posibles cambiazos, el tiempo pasaba tranquilo. Todo en silencio, un silencio que a veces se rompía con un sonido a papel sacado velozmente de debajo del pupitre y otras veces con el ruido estrepitoso de la tiza rayando la pizarra dibujando casitas y perritos gigantescos. Era su afición mientras nos examinaba. Sin embargo, el ruído más espantoso hizo acto de presencia provocando el temblor de ventanas y suelo. Un avión había sobrepasado la barrera del sonido y todo temblaba a nuestro alrededor. Mirábamos las ventanas y las cuerdas con sus nudos de ahorcado se meneaban de un lado a otro. Los compañeros nos mirábamos extrañados y la mirábamos a ella. Tan campante, seguía dibujando en la pizarra sin percatarse de nada.
Pasados diez minutos otro ruído nos sorprendió, era la Peste de nuevo, pero esta vez escondida debajo de la mesa con una expresión de pánico que daba hasta miedo mirar. Sí, además de su alitosis, su caspa, su rareza y todo su ser, era de efecto retardado. Muy fuerte pero real.
Alfonsito (el cura). Religión. Muy buena gente, sobre todo cuando explicaba su episodio de la Rubia despampanante. Le sacábamos los colores con facilidad. Solía ponernos cada año el exorcista 2, nos aprobaba siempre los exámenes pese a las respuestas tan disparatadas que poníamos. Recuerdo una, me pilló con la regla, era una definición de una palabra en latín. Le puse que aún no dominaba el idioma. Me la puso como válida por la genial respuesta que le escribí. Pero también le he visto perder los papeles, sí, hubo una vez que lo sacaron de sus casillas cuando dos alumnos se escondieron el el armario. Le dolió eso y se transformó en el demonio. Nunca lo vi decir tantas maldiciones juntas. Ahí descubrí que los sacerdotes también son humanos.
COU. Profesores destacados.
Aquí no puedo destacar ninguno, apenas iba a clase.
Ignacio: Matemáticas. Muy enrrollao pero algo especialito.
Juan. Literatura y Lengua. Me caía mal, muy mal, sobre todo cuando me dijo que iba subiendo y luego me plantaba un cero como un hulahop en el examen.
César: Filosofía. Tuvo sus fans y seguidoras, pero yo no le veía el sexapil por ningún lado. Era interesante escucharle, aunque a veces alguna cabezadita dábamos. Con él no aprobaba ni Nietzsche.
Este ha sido mi breve recorrido por el profesorado de Harvar durante los cinco años de instituto que me pasé allí. Pero no queda ahí la cosa, claro que no. Hemos de, por lo menos, mencionar a nuestra secretaria, La Titanlux y al Bedel, muy comprometido con la causa del alumnado. Un saludo a ambos.
En cuanto al resto de las anécdotas, en otro post se relatarán.
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Elegías de Duino y Los sonetos a Orfeo, de Rainer Maria Rilke


Espejos: nadie aún ha descrito, sabiéndolo,
cual es vuestro ser.
Vosotros, como intersticios del tiempo,
llenos sólo de agujeros de cedazo.

Vosotros, derrochadores aún de la sala vacía,
a la hora del crepúsculo, vastos como bosques...
Y la araña, como un ciervo de dieciseis cuernos,
pasa a través de vuestra impenetrabilidad.

A veces estáis llenos de pinturas.
Algunas parecen haber entrado en vosotros,
a otras tímidamente las mandáis pasar de largo.

Pero la más bella quedará, hasta que,
al otro lado, en la virginidad de sus mejillas
haya penetrado el claro, liberado Narciso.
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miércoles, mayo 03, 2006


Hay que observar la belleza del paisaje, sin propósito de ostentación, sin querer apoderarse de ella queriendo formar parte de ese entorno y construirse una casa allí. Como realmente se disfruta es captando el momento, lo efímero del pasar y le sensación placentera de estar y volver a estar.
Hoy queda poco paraje natural en nuestras costas, cada vez son más numerosos los carteles publicitarios que informan de próximas construcciones de viviendas de lujo y hoteles. Marbella ya existe, ¿para qué otra?
Dejemos Cádiz tal y como está.
No a los hoteles en nuestras costas vírgenes
No a la edificación en zonas
naturales

Fotografías creadas por Carlos Rodríguez

"Er Lua" (mi hermanillo)

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martes, mayo 02, 2006

Feria del Caballo 2006

Este fin de semana comienza la feria del Caballo aquí en Jerez, concretamente es el domingo cuando encienden el alumbrao y lo inauguran con los desbordantes fuegos artificiales. Recuerdo la feria como era antes, antes de que la ampliaran con más casetas, antes de que se convirtiera en una especie de Feria de Sevilla (pero sin casetas privadas) llena de gente de todos sitios y sin poder siquiera andar un sábado por la mañana por el real para disfrutar de la arquitectura efímera tan maravillosa que cada año nos ofrece nuestra feria.
Ha habido problemas estos últimos años, sobre todo relacionados con la violencia. Donde hay mucha gente, hay más probabilidad de que ocurra algo nada bueno, ya sean robos, ya sean peleas, ya sean... casos más graves. Y es que es cierto, cada vez hay peores movidas sobre todo en las casetas por las que se mueve la gente joven. El año pasado hubo hasta tiroteos y para evitar eso en el 2006 habrá cambios.
Es por ello por lo que van a dejar de montar las casetas de la juventud tan seguidas para alternarlas con las de los “puretas”como suelen llamar. El caso es que hay aspectos positivos y negativos y este año será una nueva experiencia con la que contar para hacer lo propio en los venideros.
Lo beneficioso de todo esto es que no habrá tanta acumulación de gente en un punto conflictivo, sino que al estar más alternado entre otras casetas habitada por familias y gente sin afán de guerra ,
aquell@s que buscan “mamoneo” se verán obligados a salir del recinto para vérselas con sus rivales. Estará todo algo más vigilado o así se espera.

La voz de Jerez recoge en cuanto a este asunto una serie de opiniones favorecedoras a esta opción de la dispersión de estas casetas en el real, todos coincidían en que era beneficioso este medio para evitar problemas graves. Sin embargo, muchos de los encuestados señalaba un aspecto negativo en todo esto, la música:


“Para nosotros va a ser bueno, pero creo que para los adultos no será una experiencia demasiado buena. Además, no creo que le agrade mucho estar escuchando justo al lado música moderna”.


“Está bien porque así no habrá tantos conflictos. De todas formas no creo que las demás personas tengan la necesidad de escuchar sevillanas, mezclado con reggaetón en nuestras casetas”.

“Por una parte va a ser bueno para nosotros los jóvenes. Eso sí, para los demás caseteros y personas creo que va a ser un incordio tener que estar escuchando nuestra música toda la feria”.

El domingo de clausura podremos hacer balances reales de estos cambios, igual para la feria siguiente habrá que tomar nuevas medidas, o quizás no. Quién sabe. Lo único que puedo decir hasta ahora es que si te alejas de los puntos conflictivos tu diversión está asegurada.

La feria es muy grande, disfruta de ella.

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pasa el puntero del ratón por encima, le encanta jugar con él