lunes, mayo 29, 2006

La posada

Pues bien, como a muchos de vosotr@s os habéis quedado con la curiosidad debido a aquel e mail de “alerta, Cris incomunicada” os aviso que fue toda una anécdota. Andrés, no te preocupes si te dije que no debiste hacerlo, no me molestó, pero sigo creyendo que fue demasiado escribir e mails a todos mis contactos de Internet, sobre todo a mis colegas del otro lado del charco…
Todo esto empezó una semana antes de marcharme. Por Internet había tropezado con algunos alojamientos que no estaban muy lejos de la Alhambra, porque fue en el Palacio de Carlos V dónde se desarrolló el itinerario del curso.
Posada doña Lupe. Pintaba muy bien y lo veía bien situado, pero a veces hay que leer y preguntar bien lo que hay o no hay o puede haber, más las sorpresas por encontrar. Hice la reserva sin ningún problema, había habitación para mí, individual y con baño.
Pero lo que no me podía figurar era que me encontrara con esto.


Empecemos por el vestíbulo, zona revisada por mis tres acompañantes.

El vestíbulo no difiere mucho de la foto de la Web de la posada, salvo que…
Bueno, no tengo nada en contra de la tercera edad ni mucho menos, pero hay veces que cuando una persona no puede hacerse cargo de algo se debe recurrir a otra que esté mejor preparada. A aquel señor ni siquiera se le entendía al hablar, nos hizo esperar bastante tiempo a que llegara una chica para que me diera la llave de la habitación. No paraba de repetir, de mal humor, que él no sabía nada, que no debería dejarle ahí solo sin saber nada.
Durante la espera me dio tiempo a echar un vistacillo, veía que coincidía con la imagen vista desde Internet, pero algo más desangelado. Es cierto, disponía de Internet gratis, aunque no era el concepto que tenía de Internet gratis. (Menos mal que no me llevé el portátil porque no lo habría usado para nada).
Meterse en la red era acudir a una maquinita, situada justo a la entrada de la puerta, provista de un candado y un cartón sobre el cual reposaba un ratón. Lo bueno de esa maquinita era que, pese a que lo indicaba, no había que introducir moneda para iniciar una sesión. Podía usarse deliberadamente. Eso era lo único bueno, porque lo demás…
((La Mari y la Friky lo sabían… y no me avisaron… mamonas…))
Al rato, tras indagar un poco y profundizar sobre la situación exacta del hotel América con el abuelote, llegó la chica a la que estaba esperando.
Habitación 122, llavero de plástico amarillo con el número escrito dentro. Jose me acompañó con la maleta, mientras la Friky y la Mari se fumaban el cigarrito afuera.
- ¿Cual es tu plan durante estos días?- me preguntó la chavala
- Pues desde las 8,30 en el palacio- le contesté
- Mejor, la cosa está muy ruidosa con esto de las obras
¿¿Obras?? Nadie me dijo nada, Jose y yo nos miramos en el ascensor un tanto pasmados, sobre todo cuando no dijo que estaría en la misma planta de aquel inmundano ruido. Mejor así, de todas formas intentaré pasarte a la tercera planta mañana por la mañana.
Caminamos por el polvoriento pasillo hasta la puerta 122, picaporte de los normales. La puerta estaba abierta, entramos. Tras luchar un poco con el pestillo logramos cerrar la habitación desde el interior.
Juzguen por ustedes mismos, aparentemente muy bien, para pasar una noche de polvo loco con un amante de carretera. Pero no para tirarte cuatro noches.
Reducidas dimensiones en las que entraban una cama, lo único de lo que no me quejo, porque era bastante cómoda; un fantástico armario, un banquito con una silla y una mesita muy mona. Todo muy recogidito.


El WC de pinypon, con una bañerita y un lavabo de lo más… más.
No me quejo, peores lugares he visitado antes, sólo me consolaba pensar en el piso de mi primer año de carrera para que se me quitara este mal estar propiamente dicho.
Soltamos los bártulos y nos fuimos. No quise estar más ahí.
De vuelta, y con la penita de que se fueran éstos tras haber pasado una tarde tan divertida, empecé a investigar en condiciones. Para qué leches tendré que ser tan observadora.
Corro, (no lo toméis literalmente, no hay metros para correr) hacia la ventana. La abro y me encuentro con un patio interior donde se disponen más habitaciones. Por lo menos hay luz cenital. Pero no persiana. Sólo una cortina.
Primera noche, larga larguísima, me sentía una presa, un Cervantes escribiendo en la celda. Porque por ausencia de cacharro tonto, qué menos que ponerse a escribir, aunque fueran tonterías que luego irían a la basura.
Primer día de curso, tras una larga mañana, totalmente reventada y con un sueño impresionante, me dispongo a llegar con ánimos de descansar un poco al hogar de mis sueños.

Ya desde lejos se avistaba la cuba de las obras y la entrada totalmente apuntalada para su reparación. – Esto se cae a pedazos- me repetía constantemente mientras me dirigía hacia el sitio en cuestión. – Menos mal que por lo menos puedo comunicarme con el resto del mundo- Insistí en el paso para llegar cuanto antes a la habitación, con el fin de cargar el móvil. Se había quedado tieso de batería y la cosa no daba para mucho. Entré directamente con el móvil en una mano y el cargador en la otra para enchufarlo. Pero, ¿cuál es mi sorpresa? Indiferentemente a que en ese sitio no hay servicio de limpieza, y que la ventana estaba invadida por un par de colchones que se apoyaban sobre ella desde el exterior; en ese cuchitril no funcionaba el único enchufe que había, así que comí rápido y bajé a recepción para que me hicieran el favor de enchufarlo allí.
El abuelote no estaba, ni la chavala tampoco. Eso estaba lleno de albañiles que no paraban de rajar entre ellos, quejándose cada uno de lo mal que trabaja el otro.
Después de un rato buscando, una chica que se encargaba de la limpieza del “supuesto restaurante” (eso parecía una especie de hotel de “El resplandor” pero a lo cutre) me preguntó si necesitaba algo. Así que aproveché para pedirle que me enchufara el chisme por algún rinconcito que no estuviese muy a la vista de manos mangantes. – No se preocupe, luego lo recoges.
Aún era temprano para volver al palacio, así que aproveché para navegar un rato por Internet. Uff, más lento que el caballo del malo y encima muchas de las teclas borradas y casi sin funcionar.
No pude ni abrir el correo, no me hacía caso el “mardito” aparato ese.
Me fui para las clases antes de tiempo, aun arriesgando la vida de mi preciado móvil en ese lugar hostil…
A partir de entonces le cogí manía al sitio y… no mucho más, salvo que las broncas entre albañiles se acrecentaban cada día más.
Menos mal que el jueves llegó y tras unos días de curso muy intensivos e interesantes, la Cris se volvió a los jereles.

La próxima vez hago como otros...

Y... colorín colorado….
Se acabó que se hace largo.
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5 Comments:

Blogger Morisko said...

Por alusiones, no sabia si la incomunicación daba para mucho o para poco y tampoco de quien eran los correos, si cercanos o lejanos. Pero tampoco puse nada raro ni que preocupara aunque se reconocer que me excedí y por eso otra vez me disculpo, me perdonas??
Bueno que decir sobre los hostales y pensiones anunciados por internet. Creo que llaman a auténticos especialistas en fotografías para anunciar sus establecimientos. Solo pensar en la pensión del puerto donde pasamos los días de la feria de Jerez, si baño tenía con mampara que daba a la habitación y sin water, que era común y fuera de la habitación. No se me ocurrió marcarme un reportaje fotográfico y menos mal que solo pasemos para dormir. Paco si disfruto de una cama grande pero el menda le toco una pequeñita entre la pared y el armario. Menos mal que en el estado que llegábamos por la mañana no se fija uno y duerme donde sea porque sino imposible.
Besos y ya mismo de visita al viejecito.

5:33 p. m.  
Blogger Cristi said...

Como que de visita al viejecito??? tas de coña.
No tengo que perdonar nada, no es como para enfadarse, aunque aún me sigan preguntando. En fin, cosas de la vida. Un saludo.

5:41 p. m.  
Blogger Lafriky said...

Hombre es que comparado con tu pisito de diseño xata, pero tiene razon en todo, es verdad Andrés te excediste y te lo dije que parecía que estuviese en Irak en vez de Granada.
El abuelo era mortal increible pero Mjosé no lo entretuvo yo que quería coger napolitanas la otra cotilleando el ordenador, se está volviendo una freak, de los ordenadores, al final deja Psicología y me la veo en Informatica y trabajando para Prisa.
Si que era cuchitril no mejor que tenía era la fuente tengo la foto de la fuente aunque no echaba H2O.

10:34 a. m.  
Blogger Lafriky said...

Te lo dejo aquí, el viernes a las 11pm en el gizeh mi cumple.

10:35 a. m.  
Blogger Lafriky said...

Que venga Jon si quiere, te he mandao email pero no se si te habrá llegao.

10:36 a. m.  

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