viernes, mayo 05, 2006

Harvar

Hace pocos días La Friky escribió algo sobre sus vivencias escolares de época adolescente en el I.B Álvar Núñez (El Harvar). ¿Y quién no ha estado allí? bueno, mucha gente, pero la mayoría de los que nos conocemos hemos pasado por él.
El Harvar es un instituto muy peculiar, sobre todo como era hace unos años, cuando aún estaba en vigor la antigua ley, cuando éramos de primero, de segundo, de tercero y de Cou. Vamos, lo que debería ser aún (no me quiero entretener con eso).
El caso es que entrábamos pipiolines por completo y salíamos hechos unos macarras. Y eso que el profesorado era de miedo, eso sí, siempre entre ellos alguien cuerdo había, si no ahí tenemos a la Cañete, buena gente pa reventar, o María Manuela, la de dibujo, que pinta unos mantones preciosos...
Al entrar, recien salida de un cole de monjas con una disciplina muy diferente a la que se da en los colegios "libres", pues una lo hace desconcertada. Primero porque hay chicos en clase, y no es tan malo como allí de donde venía creían. Muchas de mis excompañeras hacían en el cole el bachillerato por miedo a los cambios posibles, sobre todo por los chicos. Si, queridos lectores, a estas alturas de la vida, así se piensa. Pero no me voy a detener en estas patrañas, que no está el horno para bollos. No quiero pasar a la grosería.

Primero de Bup, profesores destacados:

La Tere: Música. Mandaba a comprarnos el manual que ella misma había escrito con mucho mimo. Fácil de encontrar, sobre todo a tamaño muy reducido.
Con ella flipaban a la hora de gastar bromas, llegaba el momento en el que me daba pena porque eso no se le hace a una señora, no señor. No puedes dejarla que aparque su cochecito en un lado del parking del insti para confundirla cuando saliera cambiándole el coche de sitio. En clase solía imponer respeto echando a unos cuantos a la calle:
-Tú, tú, tú y tú a la calle
- ¿Y por qué si no he hecho nada?
- Porque sí, lo digo yo y s'acabó
Se daba la vuelta para pintar los pentagramas y empezaban los silvidos y los trucos de la mesa. Sí, la mesa, alguien antes de dar la clase se dedicaba a atar un hilo a la pata de la mesa y cuando se sentaba tiraba de él y se llevaba la pobre los tres cuartos de hora que duraba la clase arrimándose. Pobrecilla, ahora que lo pienso, qué bárbaros eran estos chiquillos... y qué crueles nosotros al reirnos de tales barbaridades. Luego se portaba bien y todo, bueno, sólo con los que se apuntaban al coro, y la verdad es que muchos no dejaban el recreo por el canto.
Recuerdo una vez que se puso histérica, fue un lunes, ese lunes un compañero, el más loco de la clase, pero literalmente loco, con tics nervioso y todo, decidió vestirse de chica. Apareció con un top verde botella, unos vaqueritos y una cinta en el pelo. Y... por supuesto, maquillado. Al pasar lista le llegó el turno, y al decirle Daniel, le dijo descaradamente: - ¿Daniel? , se equivoca, soy Daniela. Porfiaron acerca de la sexualidad del susodicho hasta que lo largó a la calle faltándole el respeto. Le dijo mariquita y eso le cabreó tanto que se le escuchaba por detrás de la puerta lanzando maldiciones y amenazándola con traer a su amigo pa hacerle un arreglito. Se pasó un poco, casi se lleva la puerta. Pues parece que no entendió muy bien eso de "coge la puerta y vete".
Los exámenes con La Tere eran de alto riesgo, en el aula triple convocaba a casi la totalidad del profesorado para cuidar de los copieteos y chuletones. Aún así se lograba dar el cambiazo o sacar las minicopias que íbamos pasando de una mesa a otra para hacer un examen perfect. Al final siempre ponía la nota que le daba la gana.
El Mondelo: Gimnasia. De él no hay mucho que decir, tan sólo que se le iban los ojos detrás de las que tenían atributos redundantes mientras corríamos el test de Cooper. ¡¡Qué horror!! todos queríamos llegar a Cou tan sólo para quitarnos de encima la puñetera Gimnasia. Sobre todo el primer y tercer trimestre, cuando debíamos dar las vueltas al patio, correr los 1000 metros y hacer el ya citado test de Cooper. El segundo era más relajado, para descansar un poco de tanto estrés.
La Porro: Ciencias. Creo que con el comentario de que la Friky hizo de ella es suficiente. Aún tengo cuadernos antiguos con ADN de la mencionada.
El Peter: Inglés. Hace poco me lo encontré. Ya ni el yoga le pudo tranquilizar, dejó el instituto y se prejubiló. Según palabras textuales "por no pegarle un guantazo a algún niñato".
Alba: Matemáticas. Sabe muchísimo de la materia, pero se hace un verdadero lío a la hora de explicarla. Al final terminaba repartiendo pastillas juanola a toda la clase y corriendose una juerga flamenca en plena clase con nosotros. Hubo una vez en que nos llamaron la atención. Se puso un poco colorada.
(Debo aclarar que el primer año me duró dos, por motivos que ahora no vienen a cuento mencionar, así que si repito materia es porque fueron distintos los profesores)
Linda Smith: Inglés. Natural de Manhatan, se vino a España muy cría donde estudió en el colegio de las Carmelitas respondiendo al nombre de Mari Fe. (Fuentes directas así lo atestiguan). Destacaba sobre todo los perdigonazos, pero a diferencia de la Porro, éstos eran incoloros.
Segundo de Bup. Profesores destacados
Aquí sobre todo destaca uno en especial.
El Zarza: Literatura. Perdió los papeles por una alumna a la que llamaba Ofelia en sus poemas. Un romántico donde ya no los hay, pero muy propio el hombre. Recuerdo una vez, en medio de una explicación se le escapó un estornudo y al sacar el pañuelo del bolsillo cayó algo al suelo, SUS CALZONCILLOS. Se puso como un tomate, su excusa fue que no le había dado tiempo a vestirse del todo. Las excursiones con él eran muy divertidas, según el grupito, a esos aprobaba.
Rosa: Gimnasia. No hay mucho que decir de ella tras el comentario de la Friki. Dura rival del Mondelo, con unos peinados increibles y un chandal rosa supermegafashion. Sin olvidar esas gafas de sol para ocultar los ojos desde cualquier ángulo. Habrá qué pensar a dónde se le irían para no quitárselas nunca.
La Chelo: Hogar. Sí, es cierto, sus fajas causaban sensación, pero ninguno queríamos que llegase la primavera y se las quitara. Siempre calificaba según sus gustos. Por supuesto si te haces una falda un tanto extraña, la puntuación baja. Sólo recuerdo sus chillidos a Borga (Borja para el resto de la clase).
La Hitler: Inglés. Coincido con Carmen, una maravillosa persona, estricta pero excelente profesora. Me apenó muchísimo su pérdida.
Tercero de Bup. Profesores destacados. (No pasé mucho tiempo en clase, era el año del campeonato de brisca)
Ufff, aquí se amontonaron algunos prendas buenos. ¿Por cuál empezar? Pués como no, con El Silva: Inglés. Se preocupaba mucho por sus alumnas, sobre todo para que no se resfriaran. Es cierto Carmen, mi mesa parecía su reposahuevos particular. Qué asco de hombre. Una visita a su despacho era una odisea, pero seleccioné a mis propios guardaespaldas. (Gracias chicos, estéis donde estéis).
La Peste (pestolín, Ana Martini...) Filosofía.Muy desagradable, daba miedo dudar con ella, todo para que no se te acercara. Entre los compañeros nos hacíamos putadas levantando las manos pa que se tirara en la mesa y hacer pasar al de al lado un mal rato. De ésta profesora existen varias anécdotas. Pero me quedo con la del examen. Una mañana de exámen, tras haber dado con las preguntas y elaborado los posibles cambiazos, el tiempo pasaba tranquilo. Todo en silencio, un silencio que a veces se rompía con un sonido a papel sacado velozmente de debajo del pupitre y otras veces con el ruido estrepitoso de la tiza rayando la pizarra dibujando casitas y perritos gigantescos. Era su afición mientras nos examinaba. Sin embargo, el ruído más espantoso hizo acto de presencia provocando el temblor de ventanas y suelo. Un avión había sobrepasado la barrera del sonido y todo temblaba a nuestro alrededor. Mirábamos las ventanas y las cuerdas con sus nudos de ahorcado se meneaban de un lado a otro. Los compañeros nos mirábamos extrañados y la mirábamos a ella. Tan campante, seguía dibujando en la pizarra sin percatarse de nada.
Pasados diez minutos otro ruído nos sorprendió, era la Peste de nuevo, pero esta vez escondida debajo de la mesa con una expresión de pánico que daba hasta miedo mirar. Sí, además de su alitosis, su caspa, su rareza y todo su ser, era de efecto retardado. Muy fuerte pero real.
Alfonsito (el cura). Religión. Muy buena gente, sobre todo cuando explicaba su episodio de la Rubia despampanante. Le sacábamos los colores con facilidad. Solía ponernos cada año el exorcista 2, nos aprobaba siempre los exámenes pese a las respuestas tan disparatadas que poníamos. Recuerdo una, me pilló con la regla, era una definición de una palabra en latín. Le puse que aún no dominaba el idioma. Me la puso como válida por la genial respuesta que le escribí. Pero también le he visto perder los papeles, sí, hubo una vez que lo sacaron de sus casillas cuando dos alumnos se escondieron el el armario. Le dolió eso y se transformó en el demonio. Nunca lo vi decir tantas maldiciones juntas. Ahí descubrí que los sacerdotes también son humanos.
COU. Profesores destacados.
Aquí no puedo destacar ninguno, apenas iba a clase.
Ignacio: Matemáticas. Muy enrrollao pero algo especialito.
Juan. Literatura y Lengua. Me caía mal, muy mal, sobre todo cuando me dijo que iba subiendo y luego me plantaba un cero como un hulahop en el examen.
César: Filosofía. Tuvo sus fans y seguidoras, pero yo no le veía el sexapil por ningún lado. Era interesante escucharle, aunque a veces alguna cabezadita dábamos. Con él no aprobaba ni Nietzsche.
Este ha sido mi breve recorrido por el profesorado de Harvar durante los cinco años de instituto que me pasé allí. Pero no queda ahí la cosa, claro que no. Hemos de, por lo menos, mencionar a nuestra secretaria, La Titanlux y al Bedel, muy comprometido con la causa del alumnado. Un saludo a ambos.
En cuanto al resto de las anécdotas, en otro post se relatarán.
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8 Comments:

Blogger Morisko said...

Buenas, espero impaciente más anécdotas sobre tus años de instituto y vaya colección de profesores que pasaban por "Harvar", por todos los institutos pasan muchos profesores pero los más peculiares son los que más nos marcan y creo que forman parte de nuestras decisiones futuras en lo que respecta a nuestra formación. Yo por motivos personales no pase por la universidad pero si que pase por 7 años entre 2 institutos y claro que se va forjando nuestra personalidad en esos años. Yo si sufrí el cambio de la ley de educación e íbamos sufriendo la implantación cada año, pero bueno no me quejo de la formación porque entiendo que ya a esas edades también nosotros somos participes de la misma aunque no nos demos cuenta hasta mucho más tarde.
Bueno ya comentare algo sobre mis profesores en el I.E.S. “Serranía” y los del I.S. “San José Obrero”. Nos hacemos mayores pero no sé me gustaría tropezar con alguno y con alguno todavía lo hago.
Besos guapa.

7:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

He vuelto a releerlo ,no soy ningun pelota pero creo ke no es tanto como dije,esta muy bien largo pero bien escrito
Yo se ke seria mas largo,porque se que ay muchas mas aventuras.
Sigue escribiendo eres una makina en esto, lo digo yo y la justicia divina.Un besote de este anonimo medio adnalfabeto cubico .Campeona
cuando me vas a deleitar con otro
(eso si es peloteo) un MO

6:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cristi!! q recuerdos!! sobre todo del año de primero puff q clase, entre el Alanis y el Medina tenían a la Tere loca, todavia me acuerdo el dia q se dedico a quemarle el pelo a Rocío y la Tere sin enterarse de nada y luego preguntaba es verdad es verdad??
Bueno y las clases con la Cañete?? la verdad es q tengo mu buenos recuerdos del instituto eh?? Bueno además en primero fue cuando nos conocimos jeje (no seguiras odiando a mi madre no?? jejejeje) besos wapa

8:31 p. m.  
Blogger Lafriky said...

VAYA TELA, PUES A MI JUAN ME CÍA MUY BIEN , AUNQUE ME DIO EL COÑAZO TODO EL AÑO PORQUE CRITIQUÉ EL ROMANTICISMO RUSO.
A MI CESAR NO ME DIÓ CLASE, PERO DE MÚSICA CREO QUE SOY LA UNICA QUE APROBÓ ESTUDIANDO PORQUE UN DÍA ME HICE UNA CHULETA Y ME COGIO, Y ESO QUE ME SABIA LAS CADENCIAS Y SEMICADENCIAS, Y LOS TECHOS DE LA CLASE DE MUSICA TODO LLENOS DE PAPEL MASTICADO QUE ASCO!

9:59 a. m.  
Blogger Cristi said...

Pues sí, sigue habiendo mucho por contar. Es cierto qur no he descrito las clases, esos techos, esos armarios, las persianas... pero es que si no no podría acabar nunca.
Chusbg, preciosa palabra, suena muy musical y hasta su significado tiene algo de especial, siempre se tiene melancolía de cosas buenas que han pasado.
Buenas Conchi, con tu mami no tengo nada, fueron circunstancias algo espantosas en las que ella no tuvo la culpa de nada, bueno, se pudo haber dejao caer con la anestesia, pero en fin. Por cierto, he visto al Largo y me da recuerditos pa ti.
Anónimo... qué te voy a decir, si sé bien quien eres. Y dejate de tanto MO.
Carmencita, sigue escribiendo, no nos dejes eh? que me encanta leerte todas las mañanas.

3:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

sin comentarios
7 años en harvard da para mucho y no puedo comprimirlos en un solo post sino el comentario va a quedar mas largo que el Quijote
asi que mejor lo hablamos

12:49 p. m.  
Blogger ANGEL MORALES said...

ME AS ECHO RETROCECER A LOS MEJORES MONETOS DE MI VIDA.YO ERA UNO DE ESOS VALAS PERDIDAS QUE ESTABAN EN EL HALVAR EN EL AÑO 1996 Y CUANDO AS DICHO LLOO DE TERE JAJAJA YO TENIA Q QUEDARME TOCANDO LA GUITARRA TANTAS VECES!!!.UN SALUDO ANGEL MORALES

1:34 p. m.  
Anonymous Anabel Pérez said...

La Peste era eso, la Peste. Recuerdo que cuando se me acercaba me ponía los dedos con los que había fumado para olerlos. Lo prefería a su hedor. Me encanta tu resumen, el mío se parecería bastante.

3:19 p. m.  

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