miércoles, enero 24, 2007

Querido diario:


Hace ya mucho tiempo que no te dedico una sóla línea, y no ha sido la pereza la que ha provocado la ausencia de palabras... Atrás quedaron esas anécdotas que compartimos, nuestros secretos y confidencias. Todo aquello que era digno de compartir sucumbieron ante el suntuoso letargo.

Sí querido diario, tuve que dejarte.
Te imaginaba vivo, te creía real, te inventé en mi pensamiento y me cautivaste de tal modo que no me di cuenta del estado lamentable en el que me veía.
Todo pasó al mirarme al espejo.
Esta vez no atravesé el umbral, sino que con la mirada fría osé a contemplarme y no vi más que un trozo de papel. Mas eso es lo que eres... un pedacito de mi pensamiento plasmado en una hoja de fino papel perfumado...

ESCRIBE ALGO
pasa el puntero del ratón por encima, le encanta jugar con él