miércoles, enero 24, 2007

Querido diario:


Hace ya mucho tiempo que no te dedico una sóla línea, y no ha sido la pereza la que ha provocado la ausencia de palabras... Atrás quedaron esas anécdotas que compartimos, nuestros secretos y confidencias. Todo aquello que era digno de compartir sucumbieron ante el suntuoso letargo.

Sí querido diario, tuve que dejarte.
Te imaginaba vivo, te creía real, te inventé en mi pensamiento y me cautivaste de tal modo que no me di cuenta del estado lamentable en el que me veía.
Todo pasó al mirarme al espejo.
Esta vez no atravesé el umbral, sino que con la mirada fría osé a contemplarme y no vi más que un trozo de papel. Mas eso es lo que eres... un pedacito de mi pensamiento plasmado en una hoja de fino papel perfumado...

ESCRIBE ALGO

3 Comments:

Blogger Morisko said...

Esos restos que dejamos en esa cautivadora hoja en blanco y a veces tan aterradora por si misma no sólo queda en ella sino que queda en muchos más recuerdos y momentos vividos, que se convierten en pasado que no debe suponer un lastre sino una motivación para el continuo seguir de nuestras vidas.
Espero seguir leyendo esos trocitos de hojas que compartes con nosotros.
Un beso y a seguir ……..

8:07 p. m.  
Blogger Lafriky said...

En algun momento de nuestras vidas nos refugiamos en "algo" para hacer nuestra vida mas feliz, nos ponemos una mascara, pero un dia nos miramos al espejo y nos damos cuenta que estamos fingiendo.
Lo que creemos perfecto no lo es.

10:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

A mí me gusta pensar que, dentro de un tiempo, sonreiré leyendo mi blog desde el principio. Creo que es una buena manera de preservar ciertos recuerdos implicitos en cada una de las palabras que dejamos en esas hojas "perfumadas". Conservan el aroma de nuestras vidas.

Saludos

2:24 p. m.  

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