viernes, octubre 28, 2005

¿Hasta cuándo?

El siguiente monólogo me fuen enviado por una amiga a través de un correo electrónico. Es por su repercusión por lo que quiero compartirlo con vosotros, para así poder abrir tema de debate.
Lean y opinen:
Las mujeres somos victimas de un complot urdido por mentes perversas que se reúnen en un lugar secreto y deciden lo que ellos llaman "tendencias de moda".
¿Quienes son? ¿Como lo hacen?Yo me imagino que llega Paco Rabanne y dice: - "Veo, veo que este año se va a llevar el azul petróleo". Y saltan a dúo Victorio y Lucchino:- "Eso, eso.
Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto. ¡ y que se jodan!".¡ Y date por jodida ! Porque la moda no es una industria. ¡Es una secta dirigida por maricones!Y de esos seres que nos odian ¿qué podemos esperar?...Si nos hacen ir con estos pantalones que se abrochan en la rabadilla y nos hacen creer que vamos bien. (Creo que lo hacen para que luzcamos esos ridículos tangas que tanto molestan).O con esos otros pantalones de pata larga que van limpiando las aceras.Realmente, yo me di cuenta del poder que tiene esta secta cuando intente comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad? Un vestido rojo. Pues no.¡Porque las tiendas están en el ajo! Son las representantes de Dior en la tierra.Y, claro, llego yo, y le digo a la dependienta:
- Buscaba un vestido rojo.Y me suelta:
- ¿Rojo? Este año no viene nada en rojo. Este año viene el azul petróleo.- ¿Y eso rojo de ahí?- Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la saco.Así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Porque, de repente, me veo diciendo:- Vale, sácame uno azul petróleo de la 38.Y, en ese momento, la dependienta me mira como se mira un SEAT Panda desde un todo terreno:- ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42.Claro, yo la miré a ella como diciendo: "Y tu estarás entre gilipollas y tonta del culo"Pero le dije:- Perdona, yo soy una 38.- No, si ya. Pero es que este año viene la 38 ceñida, ¿sabes?Y es que ese es el segundo paso de la estrategia de la secta.Minarte la autoestima para poder dominarte mejor.Ahí, yo dije:- Con esto no me pillan. ¡Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que meter a rosca!Y, claro, te miras al espejo y lo que ves es. Una morcilla. Una morcilla azul petróleo.Y digo yo: si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un kilo, ¿por que la talla 38 no es siempre la talla 38?Tú vas al Carrefour y la talla 38 se la puede poner King África y, sin embargo, te vas a Versace y la 38 no se la pone ni Melody.Total, que hice lo que hacemos todas: levármelo. Si, porque pensé lo que pensamos todas: "Así me obligo a adelgazar"."Me obligo a adelgazar."¿Seremos idiotas?, entonces, esa enviada del mal que es la dependienta te dice la frase definitiva:- Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver! ¡Y lo compramos! Como lo puedes devolver. Eso es como comerte un trozo de moqueta: ¡como lo puedes devolver!Así que volví a casa con mi vestido azul petróleo de la 38. Me lo pongo y le pregunto a mi marido:- ¿Como me queda?- Pequeño.- ¿Si? ¿Me marca mucho?- Te va a hacer llagas.Ahí me dije: "contente. Esta es otra prueba. La secta de la moda quiere que rompas lazos con tu entorno"."¡No, no van a poder conmigo!". Me lance a la calle y no paré hasta que encontré el único vestido rojo que quedaba en toda la ciudad.Cuando lo vi, dije: "¡Me lo compro! ¡Que le den a Paco Rabanne. Y que Victorio le de a Lucchino!" ¡Ja! Y salí de la tienda triunfante, con mi vestido rojo. Pero la alegría me duro dos escaparates. Es algo que nos pasa a todas las mujeres. De repente, se te viene el mundo encima: "Coño, ¿y que hago yo con un vestido rojo, si este año lo que se lleva es el azul petróleo?"Oye, que no pude pegar ojo en toda la noche. Tuve unas pesadillas. Estaba yo en una misa negra, atada de pies y manos, y los grandes gurus de la moda, rodeándome como en Poltergeist:"Josuuuneee. Veeen hacia el glamouuuuur." Total, que me unte entera con vaselina para que me entrara el traje, y me presente en la boda de mi amiga Jessi, vestida de azul petróleo.Cuando llegue a la iglesia me encontré con que íbamos todas iguales...Allí había más azul petróleo que en una playa del golfo Pérsico. Ahí te das cuenta de que te han captado, has entrado en la secta, y a partir de ese momento honraras a Victorio y a Lucchino, no nombraras a Chanel en vano y amaras a Dior sobre todas las cosas.
ESCRIBE ALGO

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La verdad felicítala a tu amiga, es un texto que clava lo que esta pasando, pero creo que con los hombres pasa un poco lo mismo, lo que ocurre que como casi siempre hay una mujer por el medio que te compra la ropa, pues no nos enteramos de nada.
Un saludo

7:28 p. m.  
Blogger Cristi said...

Claro, pero la cuestión es que se hace de una frivolidad un serio problema. La gente normal pasa de esas cosas y lo que hace ver, aunque en modo satírico o caricaturesco, como bien se le pueda llamar, es ofrecer una mala imagen generalizada del sexo femenino. Ni que el principal problema fuese el vestirse.
Igual es que esté algo susceptible y haya exagerado un poco. No obstante, es algo que me raya, el hacer ver, y por parte de una tía, que el centro de atención de cualquier mujer se fundamenta en ir de un modelito concreto para sentirse única.
Un saludo

2:06 p. m.  
Blogger mago said...

Estoy d acuerdo la moda la dirigen personas q no les gusta las mujeres. Lo q teneis q hacer es rebelaros de esa dictadura. Y estoy en contra de la mujer superflaca q parece un hombre. Arriba las mujeres con curvas

9:08 p. m.  
Blogger Cristi said...

Jo, no es eso a lo que me refiero, a mi el tema me la repampinfla. Lo que me raya es que esa tontería ocupe un peso importante en la mente de unas pocas pijas y se haga de ello un problema generalizado para todas las mujeres. No quiero entrar en ese saco. Eso es superficialidad, hay cosas más importantes en las que pensar y no en los dichosos trapos.

9:14 p. m.  

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