lunes, julio 10, 2006

Un libro

Hace tiempo que lo leí, pero de vez en cuando me vienen a la memoria cosas de él que veo en la realidad.
El retrato de Dorian Gray es una clara referencia a la preocupación que deambulaba en torno al pensamiento decimonónico, sobre todo en escritores de la talla de Wilde, quienes ejercían también como críticos de salones en diversas exposiciones. Concretamente será en esta novela donde va a condensar su pensamiento acerca de la estética y la belleza y cómo ésta siempre estará en oposición con la bondad y la verdad. Sin embargo ambas cualidades resultan imprescindibles para que se desarrolle una conciencia que para el protagonista de este relato resultó ser fatal.
En resumidas cuentas el retrato de Dorian Gray puede explicar todo lo apolíneo y dionisiaco presentes en la vida de un joven tan inocente como hermoso llamado Dorian, una especie de Orfeo obligado a convertirse en Narciso por la influencia de su buen amigo Henry Wotton, de espíritu romántico y el cual podría considerarse como la alegoría de lo dionisiaco. Henry se preocupa más por lo bello que por lo bueno, pero aún así prefiere ser bueno que feo, por lo tanto separa ambas categorías, no obstante no desprecia la fealdad y la considera una virtud.
Piensa que el arte es una enfermedad y el amor una ilusión, por lo que debo hacer balance personal y convencerme de que para Lord Henry la propia vida es arte.
La otra cara de la moneda es, sin duda, el autor del retrato, Basilio Hallward. Basilio podría ser el Apolo que inicia a Dorian en el interés por la belleza, pero una belleza que en nada se opone con la inocencia y la bondad. En un principio vemos a un Dorian inocente, que es retratado por el máximo admirador de su belleza. Al entrar en su vida Lord Henry esa inocencia se va a corromper y a sentirse mas angustiado por la pérdida de su atractivo que por la de su propia alma, hasta el límite de preferir su pérdida si así consiguiera la eterna belleza.
Para mí el retrato no es más que su propia conciencia, el espejo de su alma que se vuelve cada vez más vanidosa que comienza a actuar a raíz de la actitud tomada frente a una mala representación de su futura esposa, la actriz Sibila Vane, a la cual rechazó, pese a su gran belleza, sólo porque no se introdujo en la personalidad de la Julieta de Shakespeare, en ese instante se da cuenta de que ese retrato estaba cambiando.
Conforme pasan los años su vida se vuelve vacía, se angustia de sus actos y no logra serenidad en su interior, ¿será porque no tiene?, cree acabar con su problema asesinando al creador del retrato, pero se da cuenta que le produce un mayor remordimiento y dolor, por lo que intenta enmendar sus errores, pero ya es tarde y no le sirve de nada. No teme a la muerte, pero sí al acto de morir, al sufrimiento. Su último atisbo de esperanza es destruir el retrato, lo cual, al igual que el mito de Narciso, llega el fin de su vida y su angustia queda extinguida.
ESCRIBE ALGO

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

no lo llege aleer aunke me lo recomendaron pero tiene ke ser buenisimo el post esta de muerte
un beso

7:54 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

pasa el puntero del ratón por encima, le encanta jugar con él