viernes, julio 29, 2005

El íncubo

Todo surge a raíz de un examen que debía prepararme durante mi segundo año de carrera, concretamente Arte Neoclásico y Romántico. Recuerdo que me fascinaba la pintura prerromántica de Füssli y Blake con esas escenas misteriosas y apocalípticas creadoras de una atmósfera sobrecogedora.
El siguiente relato es producto de un sueño que tuve relacionado con una de las pinturas del mencionado Füssli. El íncubo
Pero antes de comenzar con esta historia he de dejar claro que los tiempos horáricos y los escenarios varían sin sentido alguno, así como los personajes que aparecen son reales, dentro de mi ámbito familiar y coloquial.
El sueño comienza así:
“Me echo a dormir junto a la batería del portátil creyendo que no es raro porque he visto como Andri, una prima de Conchi, lo hacía.
Al despertar me levanto y me preparo para salir, no sé a donde. Lo que recuerdo es que dan las 9:30 de la mañana, el cielo está casi nublado y hace algo de frío.
Una vez fuera veo al Mangui y subo con él a un autobús que nos lleva justo frente a las piscinas Jerez, donde sólo hay extranjeros, posiblemente alemanes. Todo estaba muy calmado, es entonces cuando se acerca y me dice: “anda pisha vete a tu casa que aquí hace mucho frío, no se como puede esta gente”. Así que le hago caso y vuelvo a casa.
Al cruzar la puerta, en casa, noto como el tiempo corre rápidamente, sin darme cuenta ya es por la tarde y allí me encuentro con Ana Belén (parece como si viviera con nosotros).
Decidimos preparar una barbacoa, por lo que Ana Belén y yo salimos en busca de madera para quemar.
En la calle vemos a Jose, y junto a él una viga muy larga y astillosa, suficiente material para quemar, así que nos disponemos a recogerla, pero unos niños se ofrecen a ayudarnos y nosotras volvemos a casa.
De nuevo al subir cambia el tiempo, un adelanto hasta la noche, y como no, sin darnos cuenta olvidamos la barbacoa y preparamos un plan para salir a tomar algo. Allí estaban a nuestro regreso Jose (aparición repentina, se supone que estaba en la calle junto a la viga), Agu y Ele pero de pronto se hace muy tarde con lo cual éstos deciden marcharse y no salir por ahí.
Al abrir la puerta de casa aparecen Ana Belén (no se que hace fuera, porque supuestamente estaba conmigo en casa, recién llegada de coger madera para la barbacoa) y el Pollo. Venían a avisarnos de que van a inaugurar una nueva sala Comedia que han abierto por la zona del Continente.
No obstante y de forma sorprendente el Pollo cambia de parecer y dice que no va, pero su negativa no nos influye y seguimos con el plan prescindiendo de él. Ele, Ana Belén, y Agu salen antes, mientras que Jose y yo lo hacemos por separado.
Juntos bajamos a la calle y vamos paseando por los bloques del Almendral, concretamente por el de Rebeca, hasta que a la altura de la pista me dice que no quiere salir, que se va a su casa. Lo noto algo raro conmigo, me molesto y ni siquiera le doy un beso de despedida. No está bien- le digo- mi hermana se enfadará si no vamos, está demasiado lejos para volverse sola.
Pero es inútil, se va y yo vuelvo a casa, donde, como en las veces anteriores, se hace habitual el adelanto del reloj que avanza rápidamente hasta el amanecer.
Me dirijo a mi habitación y allí veo a Elenita sentada en el escritorio con el flexo encendido y con las agujas de punto, tejiendo un jersey verde con franjas de color azul grisáceo. - ¿Qué haces?- le pregunto,- Aprendo a tejer, pero esta lana azul es muy rara, se deshace y no la puedo controlar- me responde ella.- ¿y de dónde ha salido esa lana?- le vuelvo a preguntar- es de Don Algodón- respondió. Sin duda adiviné que se la había dado Ana Belén.
Entonces es cuando se le nubla la mente y se olvida de cómo tejer.
Aparte de eso no me comentó nada acerca de lo ocurrido en la noche, así que voy al cuarto de baño.
Parece que allí hay algo, una palomita que revolotea y me asusta un poco aunque la ignoro, no obstante observo que la palomita ha adquirido un aspecto como de murciélago muy raro, con alas pequeñas, cuerpo de rata y cara de felino. Yo indiferente intento darle con la tapa del wc, pero es inútil, no se muere, sino que cada vez se hace mayor.
Pienso que no tiene importancia y salgo del cuarto de baño dirección a la habitación del Chico. Sobre su cama están los restos de lo que sería medio queso, queda poco, llamo a Ele para preguntarle qué hace eso ahí, y sin extrañarme de su reacción se escandaliza por ver eso. Para evitar que se manche la colcha recoge esos restos y va a la cocina a tirarlos a la basura. Abre la nevera y vuelve a encontrarse con el mismo queso pero estas vez entero.
Regreso al cuarto de baño para asegurarme de que lo anterior era una ilusión, pero no lo es y me lo veo aún más grande y con forma de híbrido.
Grito y llamo a Ele, no me hace caso, está como sorda, así que corro a la habitación y ambas lo vemos. Intentamos golpearle, tiene cuchillos en las manos y a lo Buffy luchamos para quitárselos. Mientras tanto adopta forma humana, con un ligero parecido físico entre Guille y Carlos.
Al rato llega mamá y corremos hacia ella, para contarle lo ocurrido, y por muy raro que le parezca no se impresiona en absoluto, se queda como indiferente, e incluso afirma que se trata de una broma, que es uno de los niños.
Pero no es así, intento detenerla, es tarde, le ha clavado a mamá dos cuchillos en el estómago”


No coment, ya avisé que mis sueños eran raros.
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3 Comments:

Blogger Lafriky said...

quiya q paranoia, tus sueños son peores que los mios!!!!!!yo no cuento mi ultima pesadilla porque no veas!!!

11:53 a. m.  
Blogger Lafriky said...

entra en mi pagina y veras

11:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Entiendo la estupides pero si uno no sabe un tema es emjor quedarse callado o informarse antes de hablar de aquel tema tu relato no tiene que ver nada con incubos

4:17 a. m.  

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